De cara al Sol

El camino se alza hasta donde mi vista alcanza. El camión viene: mejor camino.

Mis pies se mueven a un ritmo constante haciendo palpitar al asfalto. El Sol roza sutilmente mis mejillas.

En el camino no hay prisas. No importa cuánto tiempo camine, no se hará tarde.

El ruido de la ambulancia se pierde en el trinar de los pájaros. Hoy no hay contaminación, no me voy cayendo en el micro, no escucho el claxon de los autos ni los albañiles gritan vulgaridades. Hoy la ciudad va en cámara lenta, en mute. Hoy solo somos el camino y yo.

El paisaje urbano tiene más color hoy. Los aromas van complementando a mi experiencia. Snifff! Pasto recién cortado y cannabis.

Los árboles se mueven como títeres en perfecta sincronía de la coreografía montada por el viento. Las hojas prófugas se tornan en una baile seductor que aterrizan en el asfalto que las espera como tibio colchón amarillo que aguarda ansioso a amantes bullentes de pasión. El pasto recibe bendiciones matizadas en colores citadinos.

Las rosas del jardín de la señora voltean majestuosas y sonrientes de cara al Sol. Y yo con ellas.

Martillando en mi cabeza: Puente-Gustavo Cerati

"... Si algo callé es porque entendí todo menos la distancia..."

"... Arriba el Sol, abajo el reflejo de como estalla mi alma..."