Sí. traigo unas cervezas encima. Tengo que esperar un rato antes de mi siguiente actividad. Me siento debajo de un árbol. Está atardeciendo. Pienso, pienso. Mis ideas revolotean en mi cabeza sin poder aterrizar. Veo al frente. Pasto y sol. Giro mi cabeza hacia la derecha. La volteo 90°. El mundo se ve distinto. No me importa que todos me vean, ahí sola, sentada debajo del árbol, escribe y escribe. Total, jamás los volveré a ver. Y cada que giro la cabeza me mareo un poco más. Se siente bien. Y al mismo tiempo mal. Mis ojos recorren el lugar, y mientras, una hormiga se pasea en mi pantalón. Los pájaros vuelan, y mi mento junto a ellos. Escribo lo primero que pienso, siin detenerme a reflexionar. En realidad nada me importa en este momento. Ni dudarlo, es mi estado etílico el que me mantiene así. Y me gusta. Sigo escribiendo mientras mi pie hormiguea y un señorme observa. Le dirijo una mirada de "me vale madre", aunque no la pueda ver. Mi vampiresco estado me obliga a usar lentes oscuros mientras sea de día. Miro al cielo, miro las hojas de los árboles, miro el avión que pasa. Sonrío, cierro los ojos. Las hormigas me invaden.

Lo bueno de los lentes oscuros es el anonimato. No porque "proteja" tu identidad, sino porque nadie sabe hacia dónde miras. Puedes mirar al horizonte, u observar detenidamente a una persona, nadie lo sabe. Puedes cerrar los ojos y sentir que te vas con el viento. Y observo. Veo todo de diferente manera. Me gusta estar así, sentir que el universo se descubre para mí, saber que nadie ve lo que yo veo. Sentirme como solo yo me siento. No tener noción del tiempo y que no me importe. Tenderme en el suelo y volar, volar y volar, mientras la música de Pink Floyd me acompaña. Los árboles me observan mientras bailan lentamente Shine On Your Crazy Diamond. Pink Floyd tiene la culpa de mi debraye. Y se siente bien. Muy bien. Como siempre, solo la música, mi pluma y el papel son cómplices. Solo ellos saben qué pasa por mi cabeza en estos momentos. Y ahora tú, que lees esto, también.

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Por eso digo que para qué la mota, si con puro alcohol (o hasta sin él) me malviajo bien acá, jaja.

Miércoles de Ceniza

¿Te acuerdas cuando hablaban de la muerte?
Decían que era un futuro interminable
Ahora que pasa, ¿dónde te encuentro?

¿Te acuerdas cuando se convertían en dioses?
Decían que nada los iba a separar
Ahora es un hueso enterrado, olvidado

En un miércoles de ceniza.

(fragmento Miércoles de Ceniza, Caifanes)


Esta canción siempre ha tenido un gran, gran significado en mi vida, pero hoy, justo un miércoles de ceniza, para personas muy especiales para mí cobra un sentido textual. Y aunque desgraciadamente no pueda estar con ellos en estos momentos tan difíciles, ellos saben que lo siento sinceramente, que me duele su dolor y los acompaño en el pensamiento....

Y ya, que se me salen las de cocodrilo.

Martillando: creo que es obvio, no?