ELLA

A veces no puedo creer que la conozco desde hace mucho tiempo, pues cada día que pasa descubro nuevas cosas en ella.

Como yo, es extremosa en principio. Es mi ángel y al mismo tiempo mi diablo. Me trata de ayudar pero sin dejar de perjudicarme.

Siempre me dice que hacer, aunque raras veces le hago caso, sé que quiere lo mejor para mí, pero parece que siempre me opongo a hacerme algún bien. Ella solo quiere ayudar, y muchas veces yo la ignoro., sin embargo, siempre está ahí.

Es ella la que me incita, la que me lleva a los extremos, aunque después, desde arriba se burla de mí, señalándome en señal de victoria.

Siempre me avienta por delante “a ver qué pasa”, para que si salgo madreada se detenga en su camino, pero si no hay peligro, pueda salir ella sin temor.

Parecería que es ella la que me tiene así de jodida, pero es la única persona con la que cuento, es mi salvadora.

En las peores noches, cuando creo que ya no hay más, viene a mí con una sonrisa y una mirada tranquilizante, no sé por qué espera hasta que me sienta derrotada para llegar, pero siempre me ha salvado de quedarme en el camino, me transmite su paz, y un comentario ridículo hace que me sienta mejor.

De repente, cuando pierdo la conciencia y me entrego a la locura, es ella la que me da una cachetada para que reaccione.

Es ella, es ella la que me recuerda que existo.

Es ella, con su mirada penetrante, escalofriante, siempre viéndome a través del cristal, siempre ahí, expectante, retándome, esperando mi siguiente movimiento.

A veces no puedo creer que ella sea yo en el espejo.

La historia completa

Ayer, escombrando mi cuarto (vaya que le hacía falta), entre todo ese amontonadero de papeles, me encontré un cuaderno que solía llenar con las mismas pendejadas con que lleno este blog, aparte de incontables noches de inspiradoras depresiones.

Como casi no me da güeva hacer mi cuarto, me entretengo con cualquier pretexto, así que abrí el dichoso cuadernillo dispuesta a tener un viaje a mí misma hace algunos ayeres. Descubrí que, como ya he dicho muchas veces, he cambiado mucho, excepto por algo: a partir de que conocí a Don Miradas, en cada sesión no faltaba su nombre. La historia resumida (la original consta de varias hojas por los dos lados llenas de letras pequeñas) a continuación. Concluido esto, algunas frases irónicas con respecto a eso.

Todo comenzó un 4 de septiembre, después del concierto de The Cure. Por azares del destino, la persona con la que íbamos a ir al after show (que andaba tras mis huesitos, por lo cual iba dispuesta al ligue) se perdió, así que nos dispusimos a viajar en metro.

En el metro Chabacano (donde de ley me pasa algo), como a las 12:30am, nos avisan que ya no había servicio, y todos los darketos que se encontraban ahí nos tuvimos que salir. Antes de eso, mi primo se acerca a unos chavos, supongo que para compartir el taxi, y los invita al Dada X. Estos, muy confiados, aceptan.

Pronto hubo una química impresionante, y en el taxi platicábamos de lo importante que era para nosotros la música, y descubrimos que teníamos muchas, pero muchas cosas en común.

Llegamos al antro, hasta su madre, después de que los tapatíos se fueran a cambiar, nos dijeron que no tenían varo y que mejor nos fuéramos a casa de mi primo y comprábamos un pomo. Así lo hicimos. Fue la primera vez que el Torayan entró a mis venas.

Lira, rolas, rolas, rolas, mientras la noche transcurría y yo entraba en trance. Miradas afiladas, de esas que aunque no quieras se sienten, unos cuantos cebollazos y ya me tenía a sus pies.

4:00am. Se nos acaba el licor. Ps vamos por más. Antes de salir, me susurra "I wanna kiss your lips". La $%&/( de mí no lo escuchó hasta que, después de caido el 20, me dice "Nada, vámonos".
Lapsus de miradas eternos, mientras el mundo desaparecía para mi deleite.

El muy menso se durmió, así que lo único que pude hacer fue recorrelo con mi mirada de pies a cabeza, para grabar su imagen en mi disco duro.

Despierta, vamos por unas chelas. Mala suerte, nos acompaña su hermana, así que no le puedo decir nada.

Regresamos, regaño a mi primo por no ponerse una chamarra, Don M dice "Yo quiero una esposa como tú, que me cuide y me regañe". jejeje.

Alabo su voz, y solo por eso me propone ser su novia. Mmm... todos ahí, no digo nada, pero le sonrío.

Fin del trance, metro Chabacano. Después de darle teléfono y mail, recibo el más dulce de los besos.

...

Jueves 16 de septiembre 2004, 10:16pm.
"Tal vez deba resignarme a perderlo, a que solo fue por una noche. No voy a pensar más en él, M al baúl de los recuerdos."

30 de octubre 2004, 12:42am.
"...el otro día estaba pensando en él y casi se me salen las lágrimas, pero me dije: no se lo merece..."

16 de diciembre 2004, 11:41pm.
"... el camino era largo y empecé a pensar en M, en todo lo que había pasado, en como lo había tomado yo, cómo creía que lo había tomado él, la distancia, en fin..."

"Total que el domingo checo mi mail y me había escrito precisamente el viernes, justo a la hora de la cortada de venas..."

Domingo 19 de diciembre 2004, 12:23am.
"(hablando de otro chavo) Si lo voy a volver a ver es por algo, a lo mejor nada más me lo mandó (el destino) para que olvidara a M y en realidad nada va a pasar..."

Sábado 15 de enero 2005, 12:05am.
"...y como ya es pretexto me acordé de M, pinche mega depre que me agarré..."

Viernes 31 de marzo, 2:30pm.
"Lo único que no ha cambiado es mi...¿cómo se llama? ah! Mi adicción hacia M."
"Debería resignarme a perderlo, pero por alguna extraña razón seguramente patológica no puedo, más bien, no puedo decidirme a renunciar a él..."

Y la mejor:

Viernes 16 de septiembre 2005, 7:30pm.
"(después de la noticia de que venía ese octubre) Ahora he pensado mucho en él, lo extraño mucho, cuánto quiesiera que estuviera aquí, pero lo extraño de un modo distinto al de antes, ya no siento ni tanta alegría ni tristeza.."

"No sé por qué me sigo haciendo este daño, pero a veces hasta sufrir me gusta, realmente no sé que sigo haciendo aquí, pero aquí sigo, hundiéndome más y más... Ahora sí quisiera que estuviera aquí, aunque no sé que pasará si lo vuelvo a ver, me la pasaré muy bien, eso es seguro, pero después? ¿Seguiré igual de clavada? ¿Será más fuerte? ¿Quizá será una despedida definitiva? No sé, no sé, solo quiero que venga, a ver qué pasa, prefiero sufrir a quedarme con la incertidumbre. Al menos así traerá un poco de alegría, aunque luego me deje aquí, desangrándome..."

De eso hace casi un año. Hasta ahorita se respondieron todas las preguntas. Todas las predicciones fueron acertadas, y aunque hoy estoy "contenta", mañana estaré aquí desangrándome...

7:00am. México DF. Partimos a Guadalajara. Aguanté las casi 7 horas de camino con la sonrisa a flor de piel, pues cada segundo que pasaba, estaba varios metros más cerca de él.

-¿Entonces nos vemos a las 8:30 en el lugar?
-Ok.

Se corta la llamada.

8:45pm. Como todo buen mexicano llegamos tarde. Pero el otro es todavía un mejor mexicano, porque todavía no llegaba. A decir verdad se perdió (así es, en su ciudad, ya ni yo).

Entro, confiada en que volvería a salir. Vaya sorpresa, ya no se puede. En el poco campo de visión que me deja la angosta puerta, lo espero. Carajo! ya ni siquiera me acuerdo bien de cómo es. Cuando vea a un güey solo buscando, sabré que es él.

Efectivamente, lo localicé fácilmente. Pedirle paro a los de la entrada, y ya estoy dándole el boleto.

Estaba yo medio desesperada porque no llegaba, que cuando llegó no tomé en cuenta la magnitud de las cosas, sino hasta que le presenté a mi familia y comenzamos a platicar. Mientras me contaba que seguía estudiando música, yo pensaba: "No puedo creer que vagamente recordaba sus facciones, pero esa mirada la tengo fresca en mi memoria".

él- Qué guapa te ves. ¿Te alaciaste el cabello? Me gusta cómo se te ve así.

Y pasaba el tiempo. Entonces me dí cuenta de lo afortunada que era al encontrarme frente a él. Yo, que tanto sufrí por él, que lloraba cada que escuchaba "Creep" (pues me la dedicó), yo, que al final ya me resignaba a perderlo, a que nunca volvería a ver sus ojos, ni sentir sus brazos, y de repente, esa misma yo, ahí estaba, mirándolo hipnotizada mientras la oscuridad resaltaba sus ojos y no existía nadie más.

él- Me volví un ermitaño, me sentía vacío. Hay muy pocas personas que tengo ganas de ver. Una
de ellas eras tú.

El concierto comenzó. Afortunadamente, él tomó la iniciativa de alejarnos de la mesa donde estaba mi familia, así podíamos estar más a gusto. Acordes conocidos, músicos conocidos, emociones al extremo. Realmente no sabía si poner atención al solo de Marcovich o voltear a mi izquierda para ver su perfil. Por momentos cantábamos juntos, por otros me cantaba "...te guardaré mil estrellas...", claro, después de que me preguntara en tono serio cuando el vocalista me señaló: "Te la dedicó, verdad?"

Para mi deleite, alcancé ese Nirvana que es conectar mis emociones con los factores externos, esto es, cantarle por fin de frente Sombras en tiempos perdidos.

Me sorprende, y él también lo dijo, la similitud de nuestra escencia. De repente en las rolas hacíamos coreografía involuntaria al imitar los movimientos de la bataca, o los acordes de la guitarra. O cuando nos quedábamos pasmados al escuchar a Fors. O cuando le iba a decir algo y ya se me estaba acercando a decir lo mismo.

yo- Y qué... ¿a dónde después de esto?
él- (silencio, sonriendo sutilmente)
yo- ¿se va a dormir a su casa?
él- sí. ¿tú vas a salir?
yo- sí.
él- ¿ a dónde?
yo- a donde usted me lleve.
él- (con una amplia sonrisa) mmm... ah bueno.

Cuando realmente me dí cuenta de que yo ya no tenía más remedio que caer de bruces al abismo, fue al momento de escucharlo hablar con Gazú. Esa actitud, ese carisma, esa sencillez, esa extraña seguridad que emana a pesar de ser igual de inseguro que yo, hacía que las palpitaciones recorrieran de pies a cabeza.

Hora de partir. El vocal promete ir a mi habitación en cuanto llegue (sí, como no). Aquél no puede evitar ponerse serio. Pero le dí su lugar. Me despido del otro y me dispongo a salir con él.

yo- Te llevo a tu casa.
él- no, qué pena.
yo- No seas payaso y vámonos, nada más me dices por dónde.

...

él- ¿quieres pasar a la casa?
yo- (con mi prole atrás) Quisiera, pero tengo que regresar rápido. Nada más aquí.
él- me la pasé poca madre. Tenía muchas ganas de verte. Te escribo.
yo- ¿Seguro que vas en enero?
él- seguro.

Abrazo y beso, mientras un suspiro se me escapa hacia el vacío que dejó.

Vámonos a Guanatos

Total que publico casi cada mes. No no no no no, ya no es lo mismo. Han de saber que creé este blog casi casi porque no tenía otra cosa que hacer, pero la vida cambia. Ahora, tengo que levantarme a las 5:30 am (así es!!!! yo!!!!) para ir a un dichoso curso para controlar a los chamacos, que de hecho ya habíamos quedado en que no me iban a dar cursos de verano, pero no... Me hablan el mismo lunes a las 4:00pm que si podía ir... Y ps ni modo, ya me embarqué por 3 semanas por 3 horas con un montón de chamacos hiperactivos que tienen ganas de todo menos de aprender. Las clases no han estado tan mal, salvo que jugamos Twister sin zapatos y ah canijo... si que les rugen...

Bueno, lo bueno de esta semana: Hay un dichoso Tributo a Caifanes, al cual por razones desconocidas no he podido asistir. El vocalista es cuate desde tiempos de La Renca, que de hecho tocaron en un jardín cuando cumplí 18 años (qué chida noche!). Bueno pues resulta que les está yendo muy bien, andan de gira por Estados Unidos y toda la cosa. Me lo encontré en el messenger, y después de dar los respectivos agradecimientos nos invitó a Guadalajara, donde no solo estará Marcovich en la guitarra, sino también Sabo Romo y José Fors en los palomazos. Le comenté a mi jefe y más que animado aceptó (raro pero sí), obvio él también va, pues también es cuate de este güey, pero bueno, ya me escaparé.

Hay dos razones para estar más que radiante de felicidad: una es la antes mencionada y la otra porque voy a ver al susodicho que me ha quitado el sueño en el último año. Lo que pasó: Lo conocí acá en el DF, y claro, después de pasar una madrugada poca madre entre chupe, rolas y demás, se fue. No quedamos en nada, pero eso de "yo quiero una esposa como tú" no creo que se lo diga a cualquiera, o si?

Llamadas, mails, etc. pero de verlo personalmente, nada. Hasta ahora. Y no sé, me hizo sufrir mucho, no él, sino su recuerdo, es como dicen por ahí "y no es la ausencia la que duele en realidad, son las marcas que dejamos en la piel con tanta fuerza"...

Cuando por fin parecía estabilizarme conmigo misma, cuando pasé de tanta depresión a la monotonía sentimental para finalizar con los principios de una estabilidad emocional donde ya no sentía ese vacío enorme, llega esta oportunidad.

yo mera- qué onda! cómo estas? te acuerdas de mí?

guanato- Claro! de México, no? qué pasó qué milagro!

yo- aquí saludando. Oye, qué crees? Voy a ir para allá el próximo sábado, a un concierto, no quieres ir?

guanato- Hey, qué chido! De que es el concierto?

yo- Tributo a Caifanes.

guanato- Estaría bien! a qué hora llegas? Yo todo el sábado voy a estar en mi casa, así que cuando llegues me llamas, me dices donde estás y yo voy por tí. Cotorreamos, te cuento qué he hecho de mi vida, me cuentas de la tuya, te cuento dos tres cositas que traigo guardadas y nos la pasamos chido, te late?

yo- Claro que sí! No sé a que hora llegue, puede ser como a la 1:00pm si no voy a trabajar o si voy llegaré como a las 7:00. De todos modos yo te llamo cuando esté allá, va?

guanato- Perfecto. Entonces nos vemos el sábado.

Obvio fue bastante resumida.

No sé que va a pasar conmigo. Volveré a los mismo de antes? Regresaré a la oscuridad en la que estaba voluntariamente? O será para dar una despedida personalmente? No lo sé, antes me resistía a renunciar a esto, pero seamos realistas: vivimos a 7 horas de distancia, me lleva 10 años, y por si fuera poco no estoy segura de lo que siente. Le doy vueltas y vueltas al asunto, pero sigo en las mismas. La ansiedad me carcome. Y a la vez ya estoy harta de sufrir por algo imposible.

Obituario: a Syd Barret, uno de los fundadores de Pink Floyd, una de las bandas más importantes en la historia del rock, murió a sus 60 años. Descanse en paz uno de los grandes del rock.