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viernes, diciembre 09, 2005

un 8 de diciembre...

Ayer no lo pude escribir pero ahí va:

¿Cómo podríamos olvidar el 8 de diciembre? Es una fecha importante para la historia del rock, la vida hubiera tomado rumbos muy distintos sin los acontecimientos de esta fecha: la muerte de un ídolo y el nacimiento de otro. Aunque en años muy distantes, un 8 de diciembre por ahí de mil novecientos cuarenta y tantos, nace un astro del rock: Jim Morrison. Su legado con Los Doors es agradecido infinitamente aún ahora, a más de 30 años de su muerte, es sorprendente que ves a muchas generaciones atrás de ti escuchando The Crystal Ship, con sus canas y todo el rollo, y ves a la nueva flota de pubertos rockeros que se viene formando delante de ti y están escuchando lo mismo, ese fenómeno me deja sin palabras, que a pesar de que hace bastantitos años este grupo se desintegró, desde el más viejo de la familia hasta el chavito de 8 años conocen y les gusta The Doors, su música pasó al plano de lo atemporal, que pase el tiempo que pase va a seguir vigente, y eso, no cualquiera.

Yéndonos a planos más tristes, el 8 de diciembre es la muerte de otro ídolo: John Lennon. Es la persona más influyente en la música, no solo del rock, de todos los géneros. Otros grandes artistas han nacido gracias a Lennon, y no sé cómo sonaría la música actual sin esa influencia. La música en lo personal no es muy elaborada o alternativa, como platiqué alguna vez con Prometeo, y estoy de acuerdo con él, eran 3 acordes sin mucho chiste y de ahí sacaban toda la rola, pero a mí lo que me hace admirarlo es que a través de esa música se expesaba, se daba a conocer para que hablaran de sus ideales. Como cuando se quedó en una cama por no sé cuántos días sólo para pedir paz, y se rebeló contra las mentes pueriles de aquel entonces, fue uno de los pioneros del hippismo, entonces, ¿cómo podríamos hablar de historia musical, social y cultural sin la pluma de Lennon?

Su muerte fue trágica, claro, pero pasó y ni modo. Tal vez si no hubiera muerto ahorita sería un viejo calvo tratando de recoger los restos de una gran banda, o quizás seguiría siendo un ícono, pero lo que sí es cierto es que toda muerte acelerada es un pase directo a un codiciado lugar entre los grandes mitos del rock, y si no lo creen, vean a mis dos homenajeados, son míticos por su muerte trágica y acelerada.

Bueno, el 8 de diciembre también es importante por que hace unos cuantos años (no voy a decir cuántos) nació la autora de mis días, aquella sin la cual no hubiera existido, felicidades ma.