Confesión

Creo que esto de juntarme con gente decente me está afectando, y el sarcasmo y la tendencia a burlarme de mí misma me obliga a poner este post en rosa.

Este último fin de semana estuvo más que cansado. Ya había mencionado que mi amiga (fresa) Elisa y yo nos íbamos a ir a festejar con otros cuates nuestros cumples, y como somos de gustos muy diferentes, no sabíamos adonde ir. Ya habíamos quedado de ir al Fe de Ciegos, pero como andábamos cortos de ca$h, casi al último momento, el novio de una amiga dijo: yo sé de un lugar que está chido y no hay cover.
Valeria:....¿y... qué música tocan?
el novio: pues de toda...
Valeria: mmmta... ¿y en cuánto andan las chelas?
el novio: están baratísimas, creo que en $12...
Valeria: ¿¡$12!? ps sí estan baratas... Está bien, vamos si quieren.
el novio: si, es más, si quieres más al rato nos movemos al Fe.
Valeria: sale (aunque ya sabía que ni madres que íbamos a ir)

Llegamos, yo iba en plan de "ok, tranquila, no pasa nada, trata de pasártela lo mejor posible... ah! y empédate, mientras más rápido mejor." Pues iba con la mejor cara, aunque de repente me salía lo Valeria y me enojaba, para empezar, había cadenero. Cómo me cagan los cadeneros, su aire de superioridad como si ellos estuvieran muy bonitos, y lo que más me molesta es que la gente ahí está rogando para entrar, parece que les gusta que los humillen, en fin, cómo el novio este conocía al dueño, pasámos rápido, y efectivamente, había desde reggaeton hasta electrónica, pasando por salsa, y un poquito de rock, seguido de hits poperos noventeros (jeans, kabah, chale, tuve un flashback a mi pubertad) pero aquí viene lo chistoso y vergonzoso a la vez: bailé. Si bien hacía muchos años que no me paraba en una pista de baile y mucho menos a bailar, ésta vez no me quedó otra opción. Imagínemne, con mis botas de agujetas largas, mi falda negra y mi gabardina de dark, bien gandalla, no? y bailando (ja!)¿Qué más hacía? Además, ante la insistencia de uno que otro chamaquillo bastante carita, y ps ya con unas chelas encima (que por cierto, para ser en antro están baratas, cuestan $13 y son de medio), no tuve más remedio que dejarme llevar por el ritmo del reggaeton -flosh-(uppsss.... y luego reggaeton!!), pero ya ahí llevé mi manita santa a lugarejos recónditos de los manes que bailaban cual strippers alrededor mío, y pues...ya.

Me siento culpable, sobretodo porque a pesar del osote, no me la pasé mal, me la pasaba burlándome de mí misma, de lo que estaba haciendo, de que no podía creerlo, pero al otro día ese cargo de conciencia no me dejaba en paz. Y ahora el chisme de regó cual pólvora y ya mis allegados lo saben, y para variar, me hacen burla todo el tiempo, pero ni modo, aguantaré.

El Sábado, fui a trabajar. Me ví tentada a darles el día libre a mis alumnos, pero me pasé preparando clase hasta las 3:30 am, ebria, como para que no sirviera de nada. Y ahí estoy, a las 8:00 am con los ojos entrecerrados, con la cruda y enseñándoles el pinche past perfect, que por cierto es de hueva, y para chingarla de acabar, un supervisor observó mi clase (argh).

Llegué a mi jaus como 2:30, ya con los cuates del inglés, y pues todo estuvo normal, la familia, presumiendo discos a los amigos, en fin, normal. Luego llegaron los cuetes, digo, cuates de la prepa y ya se alivianó la onda, para variar risa y risa, que por cierto no les pregunté si se habían caído bien, pero en fin.

Entonces, regresando a la bailada, necesito reivindicarme conmigo misma y con el rock, y hay una tocada bien chida en el Bulldog el 21 de este: un mano a mano con Cuca y La Casta, que va a estar de poca madre, los boletos están en $250 en preventa y $300 el mero día. ¿Quién se apunta?