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domingo, octubre 28, 2007

and the happiest night I knew...

11:30pm del sábado 21. Me llama aquél diciéndome que ya venía para acá, que llegaba en unas 7 horas aprox.

Despierto. Creo que ya se me hizo tarde. No, son apenas las 3:00am. Ok, dormiré otro rato. 4:00, duermo. 5:00... Después de no poder conciliar el sueño después de esa hora, me dedico a perder el tiempo pensando en muchas cosas… es la hora, me baño, me alisto, por fin lo veré. Después de esperar a que hubiera transporte y abrieran el metro, me dispongo a ir por él.
Lo espero en mi lugar favorito: un puente, mientras no puedo quitarme de la cabeza esa canción: “cruza el amor como un puente…gracias por venir”.

Llega, radiante, como si no hubiera viajado casi 9 horas desde Guadalajara. Me da el mejor regalo que pude haber recibido: un LP de El Diablito, de Caifanes, que cuenta la historia que fue el primer disco que compró de esta banda, lo tenía de adorno en su cuarto y quería que lo conservara yo… awwww… en fin. Conozco a gente que acaba de conocer en el camión y se nos anexan para el tour chilango. Después de desayunar (por cierto, nos quedamos con las ganas de unas guajolotas) trazamos la ruta que seguiremos durante el día. Centro Histórico, Torre Latino, Bellas Artes, Zona Rosa (que no había nada pero querían ir a conocer), el Ángel, Coyoacán y mi casa.

Llegamos al Palacio. Imponente como siempre. Esta vez había muchas imitaciones de Robert Smith deambulando alrededor del recinto, pues The Cure estaba a punto de dar su segunda fecha en la Ciudad de México.

Compramos mucha parafernalia. Pósters, llaveros, tazas, playeras… cualquier cosa es buena para recordar esta fecha memorable.

Entramos. Un Palacio casi lleno, expectante, suspendido en el aire… nos tocó suficientemente arriba como para apreciarlo. De repente, las luces se apagan. Los gritos se encienden. En el escenario, aparecen siluetas, entre ellas una con el pelo erizado, inconfundible para cualquiera. Ya por fin estamos ahí, solos, como si la gente a nuestro alrededor fueran solo imágenes, hologramas, pero en realidad solo estábamos ahí él y yo con The Cure en vivo amenizando la velada. A mí me gusta mucho, sí, pero no soy fan clavada que se sabe todas las rolas. Sin embargo estaba muy emocionada, aunque en realidad no era tanto como para chillar…aún. Terminando la primera rola, oigo su voz diciéndome en secreto: “gracias”. Volteo a mi derecha y el maquillaje que con tanto esmero plasmamos en sus ojos se ve corriendo por sus mejillas mezclado con lágrimas. Al ver esto, yo, que jamás chillo (ja) me entró la emoción, no es que la estuviera conteniendo, pero hasta ese momento me cayó el veinte de lo que estaba pasando, era perfecto: The Cure en vivo con él a mi lado. Ir a conciertos es una de las cosas que más me gusta hacer en este mundo, estar con él es otra de ellas, The Cure es una de mis bandas favoritas aparte de que tiene un significado especial en nuestra relación, nada menos que por esa banda nos conocimos… Entonces me dí cuenta de que había palpitaciones en mi pecho, se sentía raro, pero era familiar… mi corazón latía de nuevo firmemente, un hueco se hizo en la boca del estómago, similar al que sientes en la montaña rusa, el pelo se me erizaba en un escalofrío general, sentía que iba a explotar…era feliz, lo más feliz que alguien puede ser… Brinqué y grité y lloré como nunca lo había hecho… En el concierto de Roger Waters fue diferente, también sentía mucha emoción, pero era por algo distinto, por ver al que para mí es el más grande de los grandes, pero esta ocasión era diferente, estaba completa, plena, nada podía opacar esa felicidad, ya no había límites…

Después de algunas rolas, muchos aplausos y gritos, empiezan los acordes de Love Song. Y esta vez esa vocecilla me dice al oído que siempre que escucha esa rola piensa en mí, y que por eso me la dedica… Se podrán imaginar que casi me deshidrato por tanta lágrima que solté y que poco faltó para que tuviera que ir por mí a lo más alto del Palacio, pues sentía que volaba…
Y todo transcurrió así, entre ver a la banda y verlo a él, escuchar la música y escucharlo a él, vivir el concierto y vivirlo a él… y como él me dedicó una rola pues no me podía quedar atrás y le canté Just Like Heaven…

Hubo muchos éxitos, unos muy obscuros y otros de los alegrones, pero todos igualmente coreados. Pasamos desde One Hundred Years, In Between Days, A Forest, en fin, 3 horas de concierto dan espacio para muchas, muchas rolas. Al menos el concierto del domingo fue muy emotivo, muchos éxitos… no puedo describirlo. Esa magia que nos da la música de The Cure se transpira por los poros al escucharla en vivo, es sentir rabia, melancolía, felicidad, angustia…todo en un mismo lugar en poco tiempo. Eso es The Cure, la emoción pura, la que sea, eso que nos hace despertarnos día con día a VIVIR.

No quería que terminara. Tenía pila para toda la noche, a pesar de la duración del concierto. En parte era por lo que acabo de describir, ver a Robert Smith y escuchar su voz en vivo no es algo que pueda ver todos los días, pero no era solo por eso, sabía que terminando el concierto el sueño iba a terminar, una hora después ese paseo por las nubes llegaría a su fin y tendría que aterrizar y ver cómo se iba el autobús con ese pedacito de mí, y que quién sabe cuándo volvería a tener conmigo.

En ese inter entre el último “thank you!” y la hora de partida, cantamos rolas, aquél cantó unas de su autoría, cotorreamos un rato y… llegó la hora 0. Todos empezaron a subir, me despedí de todas las personas con las que había pasado el día, todas muy buena onda, prometimos escribirnos y que volverían pronto. Aquél se quedó al último. Todos se fueron y quedamos solos. Nos fundimos en un abrazo que quisiera hubiera sido eterno. Ninguno nos queríamos separar. Nos dijimos cosas al oído, prometió regresar en Diciembre, por varios días… y se fue…
Partiendo el autobús, mis ojos se nublan. Cada vez es más difícil decirle adiós. Mi jefe me esperaba del otro lado del Palacio, y todo ese tramo que caminé la gente se me quedaba viendo porque lloraba y lloraba.

Toda la semana pasada estuve como en el limbo. Por momentos mi bipolaridad se dejaba apreciar, estaba radiante un momento y al otro armando un drama. La escuela la dejé de lado, las tareas podían esperar, el chiste era estar escuchando música todo el día, pensando, escribiendo, hablando, releyendo… exprimir estas emociones que me embargaban, dejarme ir con el corazón, sin razonar… estuvo mal y al final de la semana mi conciencia me reprochaba lo irresponsable que había sido, aunque un mensaje conmovedor y consolador me alegró la mala vibra que traía ese viernes…

Y pues por eso me tardé tanto con la reseña, pero bueno, ya está publicada. Espero que no los harte mucho con el susodicho, pero aquellos que hayan vivido un amor a distancia, o que sientan un nexo especial con alguna persona que no puede estar cerca todo el tiempo, sabrán de lo que hablo, y miren que hay varios lectores por ahí que se sentirán identificados, jeje…

Les dejo el video de LA rola. En esos momentos chillaba cual Magdalena… Momento maravilloso…

13 tripulantes:

Manzana dijo...

"...aquellos que hayan vivido un amor a distancia, o que sientan un nexo especial con alguna persona que no puede estar cerca todo el tiempo, sabrán de lo que hablo."

Claro!! Oye, The Cure tambien tiene un significado especial en mi relacion^^

El Pirata Cojo dijo...

Y gracias por venir (8)

Shadow dijo...

yeahhh en serio comprensibles las miles de sensaciones y emociones, conexiones mente, cerebro y sentimiento, simplemente muy descriptivo y contagiador tu relato, felicidades por tus vivencia sy que continué el viaje...

Aburrr

Real-X dijo...

vívelo, disfrútalo, gózalo, fundelo dentro de ti y atesora esos momentos por siempre

B West dijo...

aiii... que emoción!!

ya sabes como me pongo cuando cuentas estás cosas!!


:P

Besitos, niña.

Ya no soy yo. dijo...

a veces pasa...

Starjammer dijo...

que pinche envidia...
que pinche envidia...


snif...

ese gordito me ha dado unas rolitas y unos momentos bien emotivos...

snifles...

☆ BeL ☆ dijo...

eaaaa t regalo el disco del diablito q chingon!! si si, dile q no se haga y q venga para el concierto d jaguares en diciembre, alla nos veremoS!!!!

Kari dijo...

Se comprende aquella vorágine de sentimientos y actirudes...
No te controles.
No vale la pena dejar de ser.

c324r dijo...

Caray...

Como de película...

peyote dijo...

Que gran viaje! Que gran viaje!
Que gran viaje!

Las distancias son una nube, sube jode, destroza, en fin. Los diablitos saben más de lo que aparentan.
The cure, en vivo. Eso es asombroso.
Saludos me quitaste el aliento.

:: mArJo BrOs. :: dijo...

No mms Valeria! Neta que me hiciste así como trasladarme hasta ahí, a un lado de ustedes, y casi pude ver toda esa magia!!. Es que la neta, ¿¿Cómo pudiste dormir cuando te acostaste en la cama??.

Creo que solo por la compañía y por la dedicatoria este superó por mucho el concierto de Héroes.

Un besote. Ya te extrañaba-

gabriel revelo dijo...

sí ya de por si, leer tus reseñas de los conciertos tiene su encanto, el plus que le agregaste a ésta la hace más interesante. sobre todo porque nos permites conocer una parte de ti que no siempre está latente.

por momentos así, uno queda marcado, por momentos así, vale la pena pasar por éste mundo.