O lo viví o lo soñé? (Déjà vu)

Hace unos días una comadre me contaba que acababa de conocer a una chava, lo extraño era que las dos se hacían conocidas, y tratando de ver dónde se habían visto llegaron a la conclusión de que nunca en la vida se habían topado, sin embargo esa conexión parecía muy extraña.
¿Por qué se hacían conocidas las dos si nunca se habían visto? ¿Por qué sentían esa conexión tan fuerte? No sé. Lo que sí es que mi amiga me recordó el sueño que tenía desde pequeña y que aún no me puedo explicar por qué lo soñaba tan seguido y tan exacto:

Desde que tengo memoria, soñaba con que llegaba a un edificio gris y medio lúgubre, era de noche, como una película de esas tipo Batman, con las alcantarillas emanando vapor y el sonido de la gotera incesante proveniente de quién sabe dónde.

En la entrada del edificio había una puerta de reja grande y blanca, y adentro había departamentos, dos de cada lado, separados por un pasillo largo. Entrando de frente había una pared, y a la izquierda estaban las escaleras. Yo estaba sola y conforme iba subiendo iban pasando cosas. En el segundo piso había un departamento abierto, en el cual había un señor con muchos gatos alrededor viendo la tele en un sillón con los pies en un taburete. Tenía una alfombra rosa.

En el tercer piso, en las escaleras que llevaban al siguiente nivel, veo una pelota roja rebotando en los escalones. Cuando volteo hacia arriba, veo a un niño que va tras la pelota, y cuando pasa mi lado se me queda viendo entre extrañado, con miedo e incluso medio enojado, y se baja.
Hasta acá todo pasaba igual. Pero había dos versiones de este sueño. La primera era que subiendo al cuarto piso de pronto el ambiente ya no era grisáceo, creo que hasta era de día, había una puerta de madera cerrada con una macetita a un lado y un French Poodle ladrándome. Subiendo al quinto piso había unos 4 o 5 perros grandes que me perseguían.

La segunda versión era más corta, la puerta no estaba cerrada sino abierta y adentro del departamento había una fiesta, me invitaban a pasar, y cuando estaba a punto de entrar, despertaba…

Al principio, como estaba chiquita, ni pelaba a mi sueño, pero luego se fue haciendo más notorio, lo soñaba unas 3 veces al mes, se volvió muy recurrente y me extrañaba, pero nunca me pregunté por su significado.

Lo extraño de esto pasó el día de la fiesta de 3 años de mi sobrina mayor. La fiesta iba a ser en el depa de la abuelita. Desde antes de que llegáramos, me sentía rara, y se iba acrecentando conforme me acercaba más. Estacionamos el carro y caminamos. Cuando alcé la vista, me topé con la reja blanca del sueño. El edificio era gris, exactamente como el de mi sueño. Y cada paso que daba era igual, no lo podía creer, el departamento con los gatos y el señor, y ya esperaba la pelota roja. El niño pasó y se me quedó viendo, y curiosamente en el cuarto piso estaba la misma puerta abierta, con todo y perro, y la fiesta que había soñado era la de mi sobrina. Por cierto que no nos dejaban pasar al quinto piso porque había unos perros muy bravos.

¿Cómo se lo explican?

Lo que no entiendo es por qué soñé por tantos años precisamente esa fiesta, si no pasó nada trascendente. Se supone que si sueñas algo así por tanto tiempo es porque algo importante va a pasar, qué se yo, pero una fiesta??? Aparte estuvo bien aburrida…

Pasado eso jamás regresó ese sueño. Nunca he vuelto a visitar el edificio y dudo que alguna vez lo haga.

Alguna vez, leyendo a Carlos Castaneda, en uno de sus libros Juan Matus dice que los sueños no tienen que ser fantasías, son otras realidades. Otras personas sostienen que esas cosas pasan porque son viajes que nuestro espíritu hace mientras dormimos y por eso hay ocasiones en las que decimos que hemos estado en un lugar aunque sea la primera vez que lo visitamos.

También seguido tengo déjà vus. Incluso me ha pasado 2 veces que conozco a alguien en un sueño. La primera vez estaba yo muy pequeña, pero recuerdo que estaba sola con una chica en un patio muy grande, con el sol matutino cayéndonos suavemente. Frente a mí había un edificio café y lo observaba mientras le contaba a esta mujer de mi bisabuela (pero esa es otra historia). Años más tarde, recién entrada a la secundaria, saltándome una clase a las 9:00am, viví exactamente lo mismo.

La segunda vez estaba en un salón en una clase y veía a una chava hablarle a un güey que estaba atrás de ella, mientras yo pensaba que qué unido era el grupo, todos nos hablábamos. Tiempo después me daría cuenta de que esa chava que había soñado se llama Elba y que es bien chida, y mientras le murmuraba a su amigo algo en la clase de Problemas socioeconómicos de México, yo pensaba que nuestro grupo era muy unido.

Pues no sé que sea. Pero lo que sí sé es que a mí me pasó eso y se siente extrañísimo.