VMT

Disculpen mi ausencia, pero es que apenas tenía tiempo de todas las responsabilidades que me eché al hombro. Me metí a francés, me dieron una clase diaria en inglés, la tesis, el curso, más todos esos pequeños pendientes que quieras o no te quitan el tiempo.

Pero es que solo a mí de me ocurre tener tantas actividades a la vez. Ni a mis cuates podía ver. Pero eso se terminó. Por razones de estupidez y engreísmo ajenas a mí, me quitaron el grupo de diario, que era a las 4:00pm, ya se me pasó el coraje, pero sólo porque avisé que faltaba a esa hora precisamente para poder cumplir bien con lo demás (le inventé un chorísimo), la coordinadora decidió quitarme el grupo, con que la bronca fue inventada, si hubiera sido verdad, le miento la madre, de hecho ese día estaba taan estresada que estuve a puntitito de mandarla al carajo, pero me contuve porque me iba a llevar a una amiga entre las patas, y ni modo, me tuve que aguantar. Ayer la ví y ni siquiera me saludó, me ´reclamó que por qué tenía a los niños afuera, pero estaba esperando a que desocuparan mi salón, y de ahí hasta las 7 me preguntó que por qué había faltado ayer. Le solté todo el choro como para que viera que no fue por mis calzones que falte, y pareció comprender un poco más, pero ya me dijeron por ahí que se está poniendo ruda, así que ya estoy pensando en la posibilidad de moverme a otro Harmon Hell en cuanto termine mi curso de Teacher´s.

Anyway, realmente esta supresión de responsabilidades me vino muy bien. El miércoles, después de más de un mes, pude salir con mis cuates los VMT (chiste local), los 4 originales que somos. ¿Y dónde va un grupo de gente sin dinero, en la aburridísima Villa Coapa con muchas ganas de cotorrear y de inflar? Ps a las míticas canchas de Prepa 1, donde su servilleta pasó todos y cada uno de los viernes de sexto año ebria, echando la hueva, viendo la vida pasar, y fabricando las que ahora son bellas y divertidas anécdotas cuando hablamos de “aquellos tiempos”, que claro un día de estos relataré.

La peda en sí estuvo chida, como todas, con algo especial que recordar, pero no voy a hablar de ayer. Hoy voy a platicarles de mis cuates los VMT.

Somos 4: Pepe, Carlos, Ana y yo. Los demás vendrían siendo los agregados, que juntos sumamos alrededor de 14 locos. Apenas los conocí en septiembre del 2004, pero como si fueran de toda la vida, lo único que tenemos en común es el humor: burlones a más no poder, cínicos y un tanto infantiles. En lo demás, no nos parecemos en nada, uno con su futbol, otro con su infantil humor (cagadísimo), de Ana ya escribí y yo soy la “rara” con mi música y mis ondas medio psicópatas. En realidad no sé cómo fue que nos caímos tan bien, y hemos aprendido a vivir con los rollos de cada quien y hasta eso hay cierta retroalimentación.

Cuando conocí a Pepe, iba en mi salón, y por un trabajo en equipos se nos pegó y nos empezamos a habar. Un día estaba aislada escribiendo, cuando llegó a platicar conmigo. Chorero, como siempre ha sido, me dijo que escribía música, y no sé que más. Total que poco a poco fuimos agarrando confianza y hasta ahorita. A Carlos lo conocía desde que entré a la prepa, pero en realidad nunca le había hablado mucho. No fue sino hasta que vimos que antes de Sociología todos teníamos una hora libre, que nos empezamos a conocer mejor. Lo más cagado es que si me vieran, pensarían que soy una antipática, rara y antisocial, y en un tiempo me parece que sí lo fui, pero con ellos aprendí a reirme y a ver que no necesito parecer de pocos amigos para seguir siendo yo y para mantener mis ideas, que no es a huevo que te tengas que juntar con gente con intereses comunes para pasártela bien, que hay con quienes crees que nunca te llevarías bien solo porque no son punks, darks, rastas o cualquier corriente alternativa, y por lo tanto hay fresas buena onda y hay metaleros super mamones, y que solo necesitas una grabadora de voz y 3 personas para convertir una fiesta ñoña en un desmadre...

Y bueno, mi desenfrenado aprecio por ellos es porque nunca había tenido amigos así. En la secu quizás, pero se pierde el contacto a los 3 meses de que sales, y en la prepa solo tenía una amiga, si se le puede llamar así, porque nunca la aprecié, tenía un carácter del nabo y su fuerte pero falsa personalidad me hacía sentir insegura. Con ellos estoy segura de que están conmigo porque quieren, que me aprecian tanto como yo a ellos, que no necesito de poses ni me ando con orgullos y lo que les tenga que decir se los digo, y que me aguantarán mis desplantes y mis miles defectos, así como yo se los aguanto a ellos.

Hace algún tiempo tuvimos broncas, por andar de referi me tocó a mí el knock-out, y ya no había sido como antes, la neta sí me sentía sacada de onda porque tenía que verlos por separado, pero ayer se limaron asperezas, nadie discutió, como ya se estaba haciendo costumbre, y todo muy padre, tanto que nos vieron cara de pachecos y nos preguntaron si no teníamos un tren ( a Carlos se le olvidó), pero teníamos “suspiro esmeralda”, que no son más que Faros mentolados...

Esperemos que no tenga que esperar meses para volverlos a ver, porque si no, la beberecua que sobró se va a añejar (solo a Ana se le ocurre comprar 6 mezcalitos aparte de los 2 de medio que ya nos habíamos echado), pero aunque así fuera sé que ahí van a estar, por cierto que me gustó el brindis de Carlos: “por un año más de estar juntos, que esperemos que no sea el último” (ahhhh....)

Bueno, ya no sé qué más escribir, son tantas cosas que ya se me olvidaron. Maldita cruda la de ayer, hasta el cuerpo adolorido, y en miércoles, que es lo peor. Lo malo es que tengo que aguantar a un ejército de mounstritos que quieren aprender inglés. Pero aún así no aprendo, porque hoy los volveré a ver.

PD. Adriana, el sábado es la comida de mi jefe, aca en la casa. Te esperamos. Y a ver qué día organizas esa fiesta.

PPD. En otra ocasión seguiré lo de los conciertos, tenía muchas ganas de escribir de mis cuetes.