Bipolaridades II

Desde que me avisaron del viaje, no lo dudé ni un segundo. El hecho de que la flecha de la brújula me indicara a tu dirección era más que suficiente para decir sí. Me preparo, me subo al camión pensando en que pronto estaría a tu lado. No pude dormir, el viaje fue muy pesado y largo, pero me contentaba con imaginarte. Me ilusionaba pensar que en uno de los sucesos que más disfruto estarías tú, y más porque muchas de esas canciones que estaba por escuchar te pertenecían. Ahora iba a poder mirarte a los ojos, hipnotizada, y decirte cuánto me alegraba haberte conocido.
Desde que pisé tu territorio te llamé. Una voz monótona me indica que quizás más tarde. Llamo a tu casa, apenada, y me dicen que no estás. Me bajo del autobús, y no estás ahí para recibirme. “Más tarde será”-pensé.

Han pasado horas que estoy a escasos metros de ti, y sin embargo no te veo. Esa mujer que me contesta siempre con el mismo pretexto hasta parece burlarse de mí. Llamo de nueva cuenta a tu casa, más apenada que al principio, y, aunque la voz ahora no es monótona ni pregrabada, me dice lo mismo que la otra cínica de tu celular. Más tarde, más tarde… ¿cuánto es más tarde?¿por qué si llevo varias horas aquí las he desperdiciado en localizarte?

Esperando, te busco entre mil rostros. Pero ninguno es el tuyo. No estás conmigo.

No estás.

Suficiente tiempo sufro por tu ausencia en mi ciudad, como para que siga lamentándome aún en tu ciudad… No coincidimos cada semana, ni cada mes, si acaso cada año, como para que te atrevas a desperdiciar esta oportunidad… y más si sabías con anticipación que iba a estar ahí, que te pregunté si estabas ocupado y tú respondiste que no, que te llamara en cuanto llegara… Y esa maldita voz cínica!! Hasta me hace pensar que la programaste para que me dijera eso…
Estoy entre una multitud eufórica, esperando hacer lo que más me gusta, con mi banda favorita, en tu ciudad… y las lágrimas me declaran la guerra queriendo salir. No puedo creer que el mismo cielo nos cobija, que vemos las mismas nubes, respiramos el mismo aire, estamos tan cerca… y aún así no me puedes dedicar un día. Un día nada más. Y las canciones que ponen como preludio no ayudan. “Cómo te extraño” y “Us and Them“… No puedo más. Las lágrimas ganaron la guerra. No fuiste justo conmigo.

Ni siquiera espero una explicación. No tienes justificación. Traté por todos los medios de localizarte, tenías mi número para llamarme, sabrías dónde estaría… y no moviste un dedo para encontrarme.

Ahora no puedo decir mas que ya no espero nada de ti. No esperes que vuelva pronto, y si acaso regreso, quizás no lo sepas. Si tú decides venir, yo sí valoraré el sacrificio que es venir de tan lejos, viajar tanto tiempo, el cansancio, la incomodidad, el gasto. Yo sí te abriré los brazos para recibirte, para ver si así aprendes a valorar a gente como yo, que se entrega sin condiciones ni miramientos, que no escatima en nada para que estés bien, que es capaz de cambiar planes para estar contigo… yo sí sabré quererte…aunque tú no a mí. A ver si así te remuerde un poco la conciencia el daño que me hiciste, primero al ilusionarme para después romperme la madre con tu indiferencia.

He decidido cerrar tu capítulo. Cerraba los ojos para seguir aferrada a tu recuerdo, para tener algo de luz en mi vida… pero ya no puedo ante tanto cinismo, no me puedo seguir engañando. Regresaré a mi guarida, y tú ya no estarás ahí.

Te dejo adonde perteneces. A la nada.

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Y así transcurrió mi viaje, un parte aguas en mi vida. Los que me conocen se imaginarán la magnitud de mis palabras, pues saben realmente cuánto me decepciona esto. Supongo se imaginarán cómo estoy, pero no me he dejado caer, he bloqueado este sentimiento, solo ahora que escribo esto todo salió de nueva cuenta. Pero era necesario. Espero que la vida siga. No sé cómo le voy a hacer, pues parte de este engaño de cierta forma conciente a mí misma radicaba en el miedo a quedar vacía. No sé que sea mejor. No sé qué hacer conmigo, me siento como en una niebla donde ni yo misma me encuentro …

PD. Conseguí fotos. No son muy buenas pero pronto las verán.

Martillando: Sirena Varada-Héroes del Silencio.